Resurgiendo de las cenizas: Un viaje de educación, resiliencia y familia - Ministra Chanel L. Kennedy-Bertrand, MACF, MNA, MSIS, BSCS
Superar los desafíos de la vida en la educación ha sido una travesía de resiliencia, autodescubrimiento y transformación. Abandoné la escuela secundaria a una edad temprana, sintiéndome perdida e insegura sobre mi futuro. En ese momento, parecía que era el final de mi trayectoria educativa. Sin embargo, no imaginaba que la vida tenía más reservado para mí. Me di cuenta de que la educación no se trata sólo de títulos, sino de un compromiso con el crecimiento personal y la búsqueda del conocimiento.
Decidí volver a la escuela a pesar de los obstáculos y las dudas. Esta decisión eventualmente me llevaría a obtener varios títulos, incluyendo una maestría dual, una Maestría en Artes en Formación Cristiana (MACF) y una Maestría en Administración sin Fines de Lucro (MNA), así como una Maestría en Ciencias en Sistemas de Información (MSIS) y una Licenciatura en Ciencias de la Computación (BSCS). Estos logros no son sólo hojas de papel; representan mi triunfo sobre la adversidad y mi determinación de brindar un futuro mejor para mí, mis cinco hijos y ahora mis nietos.
Cuando comencé a estudiar la universidad, ya era madre de tres niños pequeños. Equilibrar la escuela, la vida familiar y las responsabilidades de criar a los hijos no fue una tarea fácil, especialmente teniendo en cuenta las complejidades del cuidado infantil. Encontrar cuidado infantil confiable y asequible fue uno de los retos más difíciles que enfrenté. Muchas veces, tuve que recurrir a familiares, programas comunitarios u horarios escolares flexibles para que todo funcionara. Estos malabares a menudo me dejaron con poco tiempo para mí, pero permanecí firme en mi convicción de que seguir una educación en última instancia le daría una vida mejor a mi familia. A pesar de los desafíos, logré equilibrar las exigencias de la escuela y el cuidado de los niños, y me mantuve enfocada en el objetivo de completar mis estudios.
A pesar de todo, me aferré a la creencia de que con Dios todo es posible. Me desafío cada día a superar los límites que alguna vez pensé que eran insuperables. No sólo me esfuerzo por ser una mejor versión de mí misma, sino que también animo a mis hijos y nietos a hacer lo mismo. Les enseño que la educación es la clave para un futuro más brillante, un futuro que se forja con esfuerzo, perseverancia y un compromiso inquebrantable con el crecimiento personal.
Como dice la famosa frase de Maya Angelou: "Podemos enfrentar muchas derrotas, pero no debemos ser derrotados". Como un ave fénix que renace de sus cenizas, he reconstruido mi vida a través de la educación, demostrando que incluso desde la más profunda de las dificultades es posible crecer, transformarse y elevarse a nuevas alturas, tanto para mí como para las generaciones venideras.
Para apoyar un cambio positivo para los niños y las familias de mi comunidad, he desarrollado e implementado un programa de alfabetización para niños de 7 a 17 años, a través de mi organización sin fines de lucro, Freedom to R.I.S.E. Este programa se centra en cerrar las brechas educativas mejorando las habilidades de alfabetización, fomentando el amor por la lectura y promoviendo el crecimiento personal a través de la literatura. Al ofrecer actividades interesantes como sesiones de lectura interactiva, debates sobre libros y ejercicios de escritura creativa, el programa tiene como objetivo desarrollar habilidades fundamentales de alfabetización y habilidades de pensamiento crítico en los jóvenes.
Además de las actividades básicas de alfabetización, enfatizamos la importancia de la alfabetización como liderazgo. El programa alienta a los estudiantes a verse a sí mismos como futuros líderes al mejorar su capacidad para comunicarse, analizar información y expresarse eficazmente. También abordamos las necesidades específicas de las comunidades marginadas al brindar acceso gratuito a materiales educativos, tutoría y apoyo emocional para garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su origen, tengan la oportunidad de prosperar.
Mirando hacia el futuro, creo que hay varias formas adicionales en las que podemos apoyar un cambio positivo para los niños y las familias. Ampliar el programa para incluir iniciativas de participación familiar (como talleres para padres sobre cómo apoyar la alfabetización en el hogar) ayudaría a crear un entorno de aprendizaje más cohesivo. También planeamos colaborar con escuelas locales, bibliotecas y centros comunitarios para ofrecer programas de lectura después de la escuela e iniciativas de aprendizaje durante el verano, garantizando que los niños tengan acceso continuo a recursos que promuevan la alfabetización y el éxito académico.
Al brindarles a los niños las herramientas que necesitan para sobresalir en su educación, no solo los empoderamos individualmente sino que también fortalecemos la estructura general de nuestra comunidad, promoviendo resultados positivos a largo plazo para las familias. A través de estos esfuerzos, podemos lograr un impacto duradero en las vidas de los jóvenes y ayudar a romper los ciclos de pobreza y desigualdad educativa.